A
golpe de hacha. Mesmo como un hombre…
Ansina
hay que voltearlo!...
Cuando
del último empujón se acuesta
ricién
se puede ver lo que era… de alto…
Y
toditos, irán cayendo al suelo!
Se
necesita pa’ otra cosa, el campo…
Tengo
encargo’e concluir con todo el monte;
me
ordenan no dejar ni un solo árbol!
No
crea que no siento alguna pena!
En
ocasiones, se me niega el brazo!...
Por
fatiga, no es; se me figura
que
de perverso estoy haciendo daño!
Y
hasta mucho pior, cuando me acuerdo
que
por hachar me pagan
esos,
que necesitan de su tierra,
pa’
meterle un arao y sacar plata!
Y
me pongo a pensar como botija…
y
me dentra una lástima!…
si
hasta he pensao que soy un asesino;
matando
por matar… de mala entraña!
Cuando
tengo esa idea,
hasta
me quedo sin mover el hacha;
se
me sube una juerza hasta los ojos
que
me obliga a mirar las copas altas!...
Desde
arriba me vengo
bajando
con cualquier hoja que caiga,
y
cuando cae sobre un montón de leña:
de
carne me parecen esas rajas!
Ocasiones
me vienen los recuerdos
de
un campo de batalla:
y
son montones de hombres las astillas
y
las carretas son las ambulancias!...
Cañones
que tiraron de muy lejos…
de
ande se ven las chacras
que
se van arrimando, poco a poco,
haciéndose
camino con las máquinas…
y
los árboles cáen, y el monte juye…
de
las trincheras que las rejas cavan,
al
brotar las semillas, salen hombres…
y
veo las espigas como armas!...
Llevao
por una idea,
voy
galopeando por mi tierra gáucha…
y
sientoi, lejos… relinchar los potros…
corridos
por el ruido’e las guadañas…
Por
áhi me paro, como si yo mesmo
anduviese
juyendo por mi patria…
Y
me dentra una risa!... Y dispacito…
sigo
talando monte… a golpe de hacha…
(abril de 1931)
Versos de Romildo Risso
No hay comentarios:
Publicar un comentario