lunes, 17 de julio de 2017

LAS ALPARGATAS

1
Mucha gente le ha cantau
al paisano y a la china
al fogón, a la cocina
y a un flete bien ensillau;
a un trigal recién sembrau
que en las pampas reverdece
yo viá contar sin reveces
en esta ocasión tan grata
la historia de “la alpargata”
que también se lo merece.
2
Ella estuvo en todas parte
se te deben mil favores
y en vez de rendirte honores
solo tratan de olvidarte.
El consuelo de mi parte
te lo brindo por amor
si hasta el más fino doctor
también te tuvo que usar
cuando no quiso embarrar
sus zapatos de charol.
3
Acompañaste al resero
en su duro trajinar
y en la puerta del corral
lo esperastes al tambero.
Al costado de un alero
en un clavo amojosau
después que te habían lavau
te colgaban pa’ secarte
pa’l otro día encontrarte
firme y fiel, como un soldau.
4
Nunca hiciste oído sordo
Igual que el Negro Falucho
supiste apagar el pucho
girando en el dedo gordo.
Hoy te miran como estorbo
y eso me causa dolor,
te arrimaste al mostrador
a escuchar cuentos y hazañas
bebiste gotas de caña
cuando un vaso tambaleó.
5
Te usó el peón, el capataz,
mayordomo, el estanciero
y más de cuatro extranjeros
te usaron pa’ trabajar.
Con todos fuiste igual
de rendimiento pareja
nunca se te oyó una queja
si un gordo en duro porfiar
al no poderte calzar
tuvo que usarte en chancleta.
6
Le diste abrigo a mis patas
en días de crudo invierno
allá por mis años tiernos
chapaleado entre las chacras.
Pisando bosta de vacas
contra el pasto te limpié
y con alambre te até
cuando te habías descosido
ya ves que yo, no me olvido
del tiempo aquel, que se fue.
7
El color negro no empaña
lo grande de tu fortuna
con la marca “Rueda y Luna”
se batalló en las campañas.
Chicos contaron tu hazaña
al llevarlos a la escuela
chancleteaste con la abuela
de la cocina al galpón,
y bailaste el Pericón
al compás de la vigüela.
8
Hoy me da pena encontrarte
en un rincón olvidada
molestás y a la pasada
te tiran pa’ cualquier parte.
Es que vino a reemplazarte
una marca con tres tiras
me parece hasta mentira
que alguien te quiera igualar
ellos tal vez no sabrán
la historia de tu vida.
9
Fuiste la fiel compañera
de aquel que te supo usar
y yo te voy a llevar
pa’ lucirte donde quieras.
Hasta el día en que me muera
que áhi viá pedir un favor
dejen que sigan las dos
en mis pies “las alpargatas”
por áhi mi alma sale a pata
rumbo a los campos de Dios.

Versos de Juan Carlos Gaffoglio

                       “El Cimarrón”

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