lunes, 27 de febrero de 2017

EL CHASQUI FELICIANO

          (romance)
1
Señales de tiempo malo
se divisan a lo lejos
tras veinte cerros plomizos
que están, sujetando el cielo,
y cuando se cierra el labio
del horizonte sangriento,
tormentas de agua y de muerte
se ciernen sobre un ejército;
que está prendido en fogones
sobre los lomos del suelo.
2
Sólo a un hombre y, a un caballo
se ha confiao el salvamento,
es el Chasqui Feliciano
que monta un pingo muy güeno:
animal de nudos cortos,
y de lomo bien derecho,
de encuentros anchos y juertes;
de vasos duros y negros,
y que tiene en las narices
triángulos de cuatro alientos.
3
Hay confianza de ida y güelta
en aquél gaucho resuelto
que aprieta, si es necesario,
a cualquier lomo su apero;
que no lo atajan los ríos,
ni pajonales, ni esteros
y en la noche más oscura
corta un rumbo, como un tiento;
hombre capaz de llevar
un mensaje al mesmo infierno.
4
Lo guasquea el rejucilo
le brama muy cerca el trueno
y él, alzando el cuello duro
del poncho azul del Gobierno
y echando pa’l lao del agua
el ala de su chambergo
en un trote continuao
rendidor y tesonero,
es como un tajo a lo largo
del territorio desierto.
5
Hay clavao en el paraje
un rancho con dos afectos
que con manos invisibles
le están tirando el cabresto;
y él piensa como güen padre-
llegar aunque sea un momento,
y cáir allí, de improviso
¡cómo llovido del cielo!
de aquel cielo sin estrellas
con pechadas de pampero.
6
Ya está allí. Por una hendija
de rústica puerta’e cuero
como fínísima hoja
de un gran facón caronero
se está clavando en las sombras
la luz de un candil a cebo…
penetra, y al inclinarse
junto al duro catre’e tientos
dos brazos, como dos cintas
se le añudan en el cuello.
7
Ella le dice muy triste:
“La Virgen oyó mis ruegos
pa’ que no muriera el niño
sin agenciarle remedios,
yo le he ligao el piecito,
se está hinchando que da miedo!
y tiene manchas violetas
que deben ser del veneno…”.
Y emprencipió la mujer
a lloringuear sobre el lecho.
8
Hay dos caminos tendidos:
uno al fortín… y otro al pueblo,
como enormes culebrones
en sentido casi opuesto.
Dos caminos muy tortuosos
interminables y feos,
cortaos por anchos arroyos
y pajonales inmensos…!
engüeltos en barro y noche
como dos presagios negros.
9
Corta el gaucho la visita.
Suenan de nuevo dos besos,
y se pone cara a cara
con la noche y con el viento.
Hay un deber y una vida
en cruda lucha en su pecho;
monta con incertidumbre…
Un relámpago tremendo
le mostró los dos caminos
y él, siguió por uno de ellos.
10
Pasa un día. En los fogones
de aquel gaucho campamento
enredao en las guitarras
anda un triunfo montonero;
y allá, por los maciegales
rumbo a un triste cementerio,
escalando cerrilladas
cruza un humilde cortejo;
es el Chasqui Feliciano
que lleva a su hijito muerto.

Versos de Wenceslao Varela

                     (uruguayo)

3 comentarios:

  1. Muchas gracias por compartir este verso de Wenceslao Varela, el Chasqui feliciano que hace años no lo escucho. Este tema se canta en ritmo de vals, asi lo escuche algunas veces a payadores interprtarlo

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  2. Los payadores de los años 70 que es donde empece a conocerlos yo en el Uruguay y algunos versos de Wenceslao Varela, mas bien estilo de narrativa criola, es como solia escuchar a los payadores en ritmo de milonga y vals, grandes cantores contumbristas y escritores Martin Castro, Peregrino Torres, Los hermanos Cándido y Florentino Callejas, tenia un tio payador que tenia mucho cancioneros de versos camperos. escuchar o leer estos versos es muy atrapante por los decidores tan claros que han sido sus autores, estos temas soy joyas literarias, por el contexto escrito reflexivo. nuevamente muchas gracias.

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    1. Estimado amigo del Portal del..., gracias por sus palabras. Me alegra el tema le haya traído buenos recuerdos. Yo también gusto del canto payadoril.
      Le cuento que en este caso, el poema se completa con un texto sobre "El Chasque", que podrá leer en el Blog "Escritor Costumbrista". Saludos,

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