domingo, 30 de octubre de 2016

A SANTIAGO ROCCA

Entre lagunas y juncos
cerquita de un albardón
un criollo arrea el silencio
lleno de pena y dolor,
ahí va, camino a su estrella
con su “lobuno” andador.

Atrás quedó la querencia,
el Río Salado su albor,
reseros y madrugadas,
piales de ausencia y fogón
y un resuello acongojado:
los peones sin su patrón.

Se fue Don Santiago Rocca,
criollo, orejano juglar,
badajo de alegres sones,
paisano de este lugar.
El Patriarca de los Gauchos,
raza que no morirá.

Perpetua de tradiciones
su estirpe siempre será
mojón de patria y camino
en el ocaso frontal,
seguirá presto en la huella
al grito de “juera guay”.

Como un relincho del tiempo
el viento sur le traerá
recuerdos de estancia vieja,
surcos de pura amistad
Arolas y Mario Pardo
con el acorde final.


Versos de Raúl Trevisan

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