miércoles, 31 de julio de 2013

LA PULPERÍA

Como un tizón de tosca alfarería
en el que medio siglo ahondó su garra,
al borde del camino se achicharra
bajo el sol estival, la pulpería.

En su “salón”, donde la reja narra
entreveros de guapos, se diría
florean contrapuntos todavía
el porrón, el cuchillo y la guitarra!...

Bajo la laxitud del sauce enclenque                   
que brinda sombra al rústico palenque,
rumorea un cordón de inquietos pingos,

y en la rueda de taba, a son de fiesta,
da el refranero gaucho de la apuesta
la ruidosa embriaguez de los domingos.
                                                              (1939)


Versos de Miguel de Arzubiaga

lunes, 29 de julio de 2013

EL FABULOSO MALAMBO

En el boliche "La Legua"
de los pagos de Oncativo
una Salamanca en vivo
armose con una "Tregua".
El alma de Santos Vega
con el mulato "Taguada”
festejaron la topada
en un galpón a su amparo
Y el trovador "Cantaclaro"
fue numen de la jornada.

Dos brujas bien bagualeras
cosa rara hoy por hoy
entonaron el "Joy....Joy..."
y bailaron chacareras
madrina era la primera
y la segunda su ahijada.
La baguala fue entonada
justo al timbre del clarín
resonando en el confín
de la llanura endiablada.

Había un “Mandinga” porteño
el mayor de la reunión
dominaba el diapasón
en el espectro sureño
de la experiencia era el dueño
por viejo y sabedor
quiso tener el honor
de iniciar el contrapunto
y dio principio al asunto
con “Malambo de mi flor”.

 Otro "Capiango" serrano
el más alto y más grandote
era de piedra su porte
y con acento chuncano;
"Calíbar" de los arcanos
pelaje Moro-Tordillo
osamenta puro brillo
y de intención un "Soconcho"
guardaba bajo del poncho
un arsenal de cuchillos.

El “Supay” bastonereaba
era el menor de los tres
David Gatica era Juez,
Edhgar Di Fulvio cantaba;
El “Tata” Duarte contaba
de "miquilos" y "Uturungus";
la juventud a los tumbos
miraba...oía...aplaudiendo
con emoción aprehendiendo
lo vivido en un segundo.

Y “Mandinga” armó todo el lío
El “Supay” enloqueció
Al Capiango atropelló
y este aceptó el desafío.
Mudanzearon con el brío
de lejanos años mozos.
Silogismos asombrosos
arte varonil y criollo
y aunque ninguno era pollo
Fue un MALAMBO FABULOSO.   
                                          
Versos de  Julio Rodríguez Ledesma

Glosario de voces
La Legua: Boliche de ese pago
Tregua: trío musical cantable
Taguada: mitológico payador chileno
Cantaclaro: ícono de los payadores venezolanos
Joy… Joy…: entonanción  para afinar las gargantas
Capiango: tigre mitológico cordobés
Chuncano: criollo del cerro cordobés
Calibar: famoso rastreador riojano
Soconcho: quichuismo: corazón grande
Miquilo: deidad norteña
Uturungu: tigre       
Supay: diablo

viernes, 19 de julio de 2013

AMISTAD

Por el 20/7 y como un afectuoso saludos a todos aquellos que habitualmente visitan estas páginas:

Mi amigo: dicen que hoy es
tu día en el calendario,
pero para mí, a diario
es tu día, bien sabés;
no necesito que estés
a mi lado, consecuente,
ni necesitas, me siente
a tu lado a cualquier hora,
que la amistad es aurora
de amanecer permanente.
                                 (25/05/94)

(Del libro “Diciendo en Décimas, 1997)

lunes, 8 de julio de 2013

QUERENCIA

Ese “alazán” nunca sirvió pa’ nada.
Tiene el pelo nomás: un baño de oro
que ande lo friegue contra un  pingo guapo,
se descascara y le aparece el plomo.

No le gusta el camino. Agatas muento,
ya sale medio loro,
mostrándole los dientes a la cincha;
y ande le cierro espuelas, flaco y todo
se arrastra a bellaquiar, porque conserva
su dinidá de potro…

A mi sufre; pero hasta áhi cerquita…
No vaya a creer! Si me le arrimo’e pronto,
ya le dentran calambres en las patas.

Tengo que hablarle, sabe? y con güen modo:
“-Soy yo “Don Alazán”, vengo’e visita…”
Si no me atraca diente, igual que a todos.

Y hay mucho maturrango con espuelas…
Me lo piden… se ráin… no creen en potros.
En una, por probarse que son gauchos,
le apretan el botón de los corcovos;
pierdo el recao y, a lo mejor, Dios sabe
si no paso esa noche en un velorio…

Por eso, más que nada, hace dos años,
se lo vendí a un tropero, un hombre criollo…
Cuando se jué, ya me borró el olvido
a ese mestizo de tortuga y potro…

No había pasao una semana de eso
cuando un día me asomo,
y encuentro a mi “alazán” en la portera,
chupao de sé; pero soplao de abrojos.

“-Golviste!” y me pasaba por la mano
el hocico sedoso.
“-No sos tan desmadrao, matungo viejo,
tenés el pelo y la memoria de oro…
Se me caso una hija y nunca ha güelto.
Crié un muchachón, que no golvió tampoco
y este pobre animal, galopió leguas,
sin tomar agua, pa’ golver más pronto.”

Me dentró una vergüenza! Era un amigo,
y lo vendí por un puñado de oro!

Montao en él juí a devolver los pesos.
El otro dueño comprendió; es un criollo.
Y lo truje, pa’ siempre a su querencia.
Vino bufando: pero alegre y todo,
si lo pincho, áhi rompemos amistades;
porque él conserva su altivez de potro.


Versos de Yamandú Rodríguez 
                         (uruguayo)